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jueves, 13 de octubre de 2016

Más allá del cuerpo ...





Reconstruir un cuerpo
fragante en la memoria:
ingresa en el recuerdo semidiós
y en el olvido, viento.

El tacto: narraciones
de una teogonía suficiente:
ninfas en la saliva, los mensajes
de iris en la sangre, el asediar
de amazonas, cuantas alegorías
quisiéramos del fuego, la conciencia
suprema de la piel.

El cuerpo amado nunca
es solamente un cuerpo.












Ilustración: Elena Martyniuk
Poema: Aurora Luque

martes, 11 de octubre de 2016

ViSióN

¿Acaso fue en un marco de ilusión,
En el profundo espejo del deseo,
O fue divina y simplemente en vida
Que yo te vi velar mi sueño la otra noche?

En mi alcoba agrandada de soledad y miedo,
Taciturno a mi lado apareciste
Como un hongo gigante, muerto y vivo,
Brotado en los rincones de las noches
Húmedos de silencio,
Y engrasados de sombra y soledad.

Te inclinabas a mí supremamente,
Como a la copa de cristal de un lago
Sobre el mantel de fuego del desierto;
Te inclinabas a mí, como un enfermo
De la vida a los opios infalibles
Y a las vendas de piedra de la Muerte;
Te inclinabas a mí como el creyente
A la oblea de cielo de la hostia...
—Gota de nieve con sabor de estrellas
Que alimenta los lirios de la Carne,
Chispa de Dios que estrella los espíritus—.
Te inclinabas a mí como el gran sauce
De la Melancolía
A las hondas lagunas del silencio;
Te inclinabas a mí como la torre
De mármol del Orgullo,
Minada por un monstruo de tristeza,
A la hermana solemne de su sombra...
Te inclinabas a mí como si fuera
Mi cuerpo la inicial de tu destino
En la página oscura de mi lecho;
Te inclinabas a mí como al milagro
De una ventana abierta al más allá.

¡Y te inclinabas más que todo eso!

Y era mi mirada una culebra
Apuntada entre zarzas de pestañas,
Al cisne reverente de tu cuerpo.
Y era mi deseo una culebra
Glisando entre los riscos de la sombra
A la estatua de lirios de tu cuerpo!

Tú te inclinabas más y más... y tanto,
Y tanto te inclinaste,
Que mis flores eróticas son dobles,
Y mi estrella es más grande desde entonces.
Toda tu vida se imprimió en mi vida...

Yo esperaba suspensa el aletazo
Del abrazo magnífico; un abrazo
De cuatro brazos que la gloria viste
De fiebre y de milagro, será un vuelo!
Y pueden ser los hechizados brazos
Cuatro raíces de una raza nueva:

Y esperaba suspensa el aletazo
Del abrazo magnífico...
¡Y cuando,
te abrí los ojos como un alma, vi
Que te hacías atrás y te envolvías
En yo no sé qué pliegue inmenso de la sombra!



Delmira Agustini- De Los cálices vacíos

viernes, 7 de octubre de 2016

La soledad no es para los débiles




No te juntes con un solitario,
La soledad no es para los débiles,
Es dura,
terminarás por masticarte la lengua
hasta desprenderla y tragártela
terminarás devorándote...
O igual no sucede nada
Pero definitivamente ya nada será igual.

No hagas amistad con un solitario
se te pegarán las mañas
las fobias y filias...
terminarás odiándolo...
odiándote...
Sí tienes suerte le cambiarás la vida,
Pero seguramente tú cambiarás.
Pero definitivamente ya nada será igual.


Nunca te enamores de un solitario.
Nada le importara
Al principio sentirá calor...
Pero después querrá regresar de donde vino.
La soledad no es para los débiles.
Nada será igual.






Poema: Damian Mictlantecuhtli,

sábado, 1 de octubre de 2016

Libertad

     

              Para la mayoría de las gaviotas, lo que importa no es volar, sino comer. Para esta gaviota, sin embargo, no era comer lo que importaba, sino volar. Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar.


        Juan Gaviota pasó el resto de sus días solo, pero voló mucho más allá de los lejanos acantilados. Su único pesar no era la soledad, sino que las otras gaviotas se negasen a creer en la gloria que les esperaba al volar, que se negasen a abrir los ojos y a ver.



Juan Salvador Gaviota 
[Título original: Jonathan Livingston Seagull ]
Richard Bach

Poeta



Tiene la expresión de una flor, 
la voz de un pájaro, 
y el alma como luna llena 
De un mes de Abril 

Tiene en sus palabras calor 
Y frío de invierno 
Su piel es dura como el árbol 
Que azota el viento 

Y tiene el corazón de poeta 
De niño grande y de hombre niño, 
Capaz de amar con delirio, 
Capaz de hundirse en la tristeza, 
El tiene, el corazón de poeta, 
De vagabundo y de mendigo 
Y así lo he conocido 
Y así me gusta a mi que sea, 
Que tenga el corazón de poeta. 

Tiene la arrogancia del sol, 
Mirada cándida, 
Su piel de nieve se hace fuego 
Cerca de mi 
Es amigo y amante fiel, 
Ve las estrellas, 
Camina junto a mi soñando 
Con cosas bellas 

... 



El tiene, el corazón de poeta, 
De vagabundo y de mendigo 
Y así lo he conocido 
Y así me gusta a mi que sea, 
Que tenga el corazón de poeta. 






Jeanette

jueves, 8 de septiembre de 2016

Despeinada se vive [mejor]




Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine, por eso he decidido disfrutar la vida con mayor intensidad… El mundo está loco… Definitivamente loco… Lo rico, engorda. Lo lindo sale caro. El sol que ilumina tu rostro, te arruga. Y lo realmente bueno de esta vida, te despeina…
- Hacer el amor, despeina.
- Reírte a carcajadas, despeina.
- Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.
- Quitarte la ropa, despeina.
- Besar a la persona que amas, despeina.
- Jugar, despeina.
- Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
Así que cada vez que nos veamos yo voy a estar con el cabello despeinado…
Sin embargo, no tengas duda de que estaré pasando por un momento muy feliz de mi vida.
Es una ley universal: siempre va a estar más despeinada la mujer que elija ir en el primer carrito de la montaña rusa, que la que prefiera no subirse.
Puede ser que me sienta tentada a ser una mujer impecable, peinada y planchadita por dentro y por fuera. El aviso clasificado de este mundo exige buena presencia: Péinate, ponte, sácate, cómprate, corre, adelgaza, camina derechita, ponte seria…
Y quizá debería seguir las instrucciones pero, ¿cuándo me van a dar la orden de ser feliz?
Lo único que realmente importa es que al mirarme al espejo, vea a la mujer que debo ser. Por eso mi recomendación a todas las mujeres:
Entrégate, Come rico, Besa, Abraza, Haz el amor, Enamórate, Relájate, Viaja, Salta, Levántate temprano, Corre, Vuela, Canta, Ponte linda, Ponte cómoda, Admira el paisaje, Disfruta…
…y sobre todo, deja que la vida te despeine…!!!
Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar.

Déjame...


Déjame sueltas las manos
y el corazón, déjame libre!
Deja que mis dedos corran
por los caminos de tu cuerpo.
La pasión -sangre, fuego, besos-
me incendia a llamaradas trémulas.
Ay, tu no sabes lo que es esto!

Es la tempestad de mis sentidos
doblegando la selva sensible de mis nervios.
Es la carne que grita con sus ardientes lenguas!
Es el incendio!
Y estoy aquí, mujer, como un madero intacto
ahora que vuela toda mi vida hecha cenizas
hacia tu cuerpo lleno, como la noche, de astros!
Déjame libres las manos
y el corazón, déjame libre!
Yo sólo te deseo, yo sólo te deseo!
No es amor, es deseo que se agosta y se extingue,
es precipitación de furias,acercamiento delo imposible,
pero estas tú,
estas para dármelo todo,
y a darme lo que tienes a la tierra viniste-
como yo para contenerte,
y desearte,
y recibirte!







DEJAME SUELTAS LAS MANOS... (Pablo Neruda)


domingo, 4 de septiembre de 2016

Necesidad

Pudo más la necesidad de irse que las ganas quedarse.
Pudo más eso que llaman libertad a aquello que se supone se puede compartir.
Dicen que los egoístas mueren solos
Porque es su castigo por no poder respirar de dos. 
Huir de lo que existe, de la piel erizada, de las pupilas dilatadas.
Huir de las sonrisas y las manos cálidas.
Porque los egoístas viven en libertad.
Y el precio que pagan es despertar siempre en otro lugar.
Acompañados de su reflejo y su paz.

Edgar HP 





Imagenes: David Talley  

viernes, 2 de septiembre de 2016

Palabras Prestadas XIX




Si nunca despertaste en sobresalto
febril, precipitándote hacia el lado
vacío de tu lecho, tanteándolo
con manos que se obstinan vanamente
contra implacable ausencia.

    Si no sentiste entonces la muerte
desgarrándote en vida y agrandando
el vacío entre tus venas inflamado,
el vano apartamiento de tus muslos,
el ansia de tu sexo.

    Si no rompió tu voz ese gemido
que acuchilla la turbia madrugada...
es que en tu corazón no ardía la hoguera
que llamamos amor.

    En ella me consumo y es mi grito
tu nombre: a ti me abro en carne viva.
Mi piel muere en espera de la tuya,
mi sexo late con ansiosa boca
de pez en la agonía.

    Y al no llegar tus labios con tu bálsamo
ni el fuego sosegante de tu lengua
mi mano se fatiga inútilmente
en estéril caricia...

    Porque tan sólo tú tienes las alas
para el vuelo que mata y da la vida




José Luis Sampedro

Palabras Prestadas XX



Si vas a nadar que sea en aguas profundas
no golpear en la vana superficie
sí flotar de cara al mundo
saber exactamente en qué punto lanzarse a pique
aventurar el cuerpo en medio del espasmo
apartarse en la cresta de la ola
y disfrutar a pleno la marea
del acto y su contorno.
Es imprescindible fundirse al sol en la profunda
noche
y regresar de cualquier modo más tarde hasta
la playa.
Nadar, nadar... ¡qué plenitud!
nadar, nadar… ¡qué tristeza!

Si vas a nadar
que sea en aguas profundas
y hasta no poder más,
hasta tenderse
a la orilla del mundo y acabar
liquidado.




Cuadernos del agua
Norma Etcheverry

viernes, 22 de abril de 2016

Palabras Prestadas XIX

La desnudez se manifiesta como un cuerpo presente en su verdad mas obvia.
El cuerpo no es nunca el cuerpo de la naturaleza
sino el cuerpo de la cultura y de la historia del sujeto.
La desnudez la verdadera solo puede ser secundaria,
elaborada, construida.
Al igual que la sinceridad, la transparencia,
no es fruto de la imagen sino de la mirada?
F. Nietzche

jueves, 10 de marzo de 2016

Palabras Prestadas XX


Hay algo gota a gota
que nos llena el vacío.
¡Hondones del deseo!
¡Qué colmo de esperanzas!

Gota a gota, Ernestina de Champourcin

jueves, 7 de mayo de 2015

Erase una vez

Erase una vez Candy y Dan.
 Todo era muy acalorado aquel año.
 La cera se derretía en los árboles. 

Él se subía a los balcones,
 se subía a todo, 
hacía lo que fuera por ella.

 Pobre Danny.

Miles de pajarillos adornaban su cabello.
 Todo era dorado.

Una noche, la cama ardió.


Él era guapo,
 y un delincuente muy bueno.

 Vivíamos a base de sol y chocolate. 
La tarde era de un placer extravagante.

 Danny el intrépido. 
Candy se perdió. 


Los últimos rayos de sol
 cruzaban como tiburones.

Esta vez quiero probarlo a tu manera.

 Irrumpiste en mi vida y me gustó. 
Nos revolcamos en el fango de nuestra felicidad.

Yo estaba empapada de rendición.
 Entonces hubo una separación de las cosas
y la tierra se quedó a oscuras. 

Eso es lo que buscamos.

 Contigo en mi interior se produce
 el matrimonio de la muerte.

 Jamás volveré a dormir.
 El monstruo en la piscina.

 Está en la naturaleza del perro 
ladrar a gatos y a pollos
 y a todo lo que se mueva.

 Miré por todas partes. 

A veces te detesto durante mucho tiempo.

 Viernes - no era esa mi intención.

 Madre de la tristeza.

 Ángel de la tormenta

Has dicho cosas. 

Prometiste, apuntaste al cielo. 

Demanda, oferta. Mírame.

 ¿Dónde estabas tú cuando todo se fastidió?
 Con los pájaros.
 Vete volando a alguna parte.
 Jaja, jodidamente ja.
Eres muy divertido, Dan

. Un jarrón de flores junto la cama.
Te hice una brecha en la cabeza
sobre el respaldo de la cama.

El bebé murió por la mañana.
le dimos un nombre,
se llamaba Thomas.
Pobre pequeño dios. 
Su corazón late
como un tambor de vudú.

martes, 3 de febrero de 2015

El otro lado de la luna


El viento trajo las palabras
y solo las dejé flotar desde mis labios
como una última y moribunda exhalación
Sus ojos eran mil soles queriendo explotar
y volvían casi nada
todo lo que nos rodeaba
cuando aquel tibio ocaso de marzo nos cobijó.

El agua trajo la sed
y solo la dejé navegar por mi sangre
como un velero cansado en busca de la playa
antes de la meta
Su boca era una flor de la mañana
que se abría lentamente
esperando un nuevo Sol
como después de una larga y fría noche.

El fuego trajo la pasión
y solo la dejé encumbrarse por mi cuerpo
como vuelo de pájaro sobre la montaña más alta
Su cuerpo fue entonces mi única morada
y como un devoto peregrino
caminé con pasión
hasta el templo de su amor
Fueron inútiles todas las razones
la naturaleza y sus elementos
construyeron sin pensarlo nuestro amor.

Atravesamos todas las barreras de la noche
y el mundo afuera se congeló
Había ya otro cielo
que se abrió inmenso para los dos
Luna tras Luna descubrí sus secretos de amor
Luna tras Luna descubrí sus secretos de amor
e hicimos un ritual de cada nuevo encuentro
robándole al tiempo cada segundo que nos negó.

Un fuego sagrado nos consumía cada noche
y revivíamos entre las cenizas otra vez
acaparando el amor
que muchos jamás conocerán
Atrapado entre sus labios
susurré cada verso
que mi pasión escribió.

Nunca hubo dos noches
que pudieran contar la misma historia
aunque sí
las que nos encontraban juntos otra vez.

No sé decir por qué
pero cada inicio nos llevaba hacia el final
tal vez porque esa dicha no era para este mundo.
O quizá
simplemente
porque esto fue más
que el mismo Amor.

(Patricio Echeverría Dalgo)

miércoles, 28 de enero de 2015

Palabras Prestadas XIX



La gente aspira a encontrar su otra mitad en su ciudad, en su barrio, y hasta en su calle; no sé cómo no la buscan en su cama. Y no es así: cerca nos tropezamos con los humildes premios de consolación.

 Las medias naranjas verdaderas están lejos casi siempre y son costosas. Lo que hemos de pedir, además de encontrarlas, es que el hallazgo no se produzca demasiado tarde. 

La pasión turca (fragmento)

Antonio Gala


martes, 20 de enero de 2015

Palabras Prestadas XVIII

Me debes
un sol para amanecer.
 Me debes
 un café al despertar.


 poetaprohibido

sábado, 3 de enero de 2015

Palabras Prestadas XVI

Anoche me acosté con un hombre y su sombra.
Las constelaciones nada saben del caso.
Sus besos eran balas que yo enseñé a volar.
Hubo un paro cardíaco.
El joven
nadaba como las olas.
Era tétrico,
suave,
me dio con un martillito en las articulaciones.
Vivimos ese rato de selva,
esa salud colérica
con que nos mata el hambre de otro cuerpo.
Anoche tuve un náufrago en la cama.
Me profanó el maldito.
Envuelto en dios y en sábana
nunca pidió permiso.
Todavía su rayo lasser me traspasa.
Hablábamos del cosmos y de iconografía,
pero todo vino abajo
cuando me dio el santo y seña.
Hoy encontré esa mancha en el lecho,
tan honda
que me puse a pensar gravemente:
la vida cabe en una gota.

Fotografía: La Pietá ; Michelangelo  
Carilda Oliver Labra 

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Como GatoS

Te quiero como gata boca arriba,
 panza arriba te quiero,
 maullando a través de tu mirada, 
de este amor jaula violento, 
lleno de zarpazos
 como una noche de luna
 y dos gatos enamorados 
discutiendo su amor en los tejados,
 amándose a gritos y llantos, 
a maldiciones, lagrimas y sonrisas
 (de esas que hacen temblar el cuerpo de alegría).
 Gioconda Belli

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Palabras Prestadas XII

Es probable que del ombligo o del zapato bajo la cama,  o quizá de la boca del tiburón o  del accidente de tráfico en la avenida que deja sangre  y recuerdos esparcidos sobre la hierba.
Viene del amor agriado bajo una luna de asfalto.
Viene de gritos sofocados con algodón.
Viene de manos sin brazos y brazos sin cuerpos y cuerpos sin corazón.
Viene de cañones y pistolas y viejos gramófonos.
Viene de parásitos con ojos azules y voces tenues.
Viene de debajo de un órgano igual que una cucaracha.
Viene una y otra vez.
Está dentro de latas de sardinas y cartas.
Está debajo de las uñas, donde te oprime mustia y aplastada.
Es la señal en la barricada manchada de marrón.
Es los soldaditos en el interior de tu cabeza a la carga con sus bayonetas de plomo.
Es el primer beso y el último beso y las entrañas del perro que se derraman como un río.
Viene de alguna parte y nunca deja de venir.
Yo, y esa vieja: la tristeza.




Charles Bukowski 

Foto:secret garden v by slevinaaron

Pasas por el abismo de mis tristezas

Pasas por el abismo de mis tristezas 
como un rayo de luna sobre los mares, 
ungiendo lo infinito de mis pesares 
con el nardo y la mirra de tus ternezas. 

Ya tramonta mi vida; la tuya empiezas; 
mas, salvando del tiempo los valladares, 
como un rayo de luna sobre los mares 
pasas por el abismo de mis tristezas. 

No más en la tersura de mis cantares 
dejará el desencanto sus asperezas; 
pues Dios, que dio a los cielos sus luminares, 
quiso que atravesaras por mis tristezas 
como un rayo de luna sobre los mares.
Amado Nervo

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