En busca de placer va
quien en su cama
no lo encuentra
triste sino el de aquellos
que jodiendo se la pegan
no piel con piel
si no con palabras
maltrechas
donde supura la bilis
de la envidia imperfecta
Entre impúdicas pelvis
y senos adormecidos
se vuelven plañideras
en siniestro velorio
de una caricia viril