Por último, me reconquistè
Acepté en mi alma
El rudo compromiso
De caminar sola, luchar sola
Partir y parir
La luz que me habita
Lo que yace fuerte,
Impoluto, bello...
Por último, me sonrojé
Libre de absurdos remordimientos
Por el largo y estéril sufrimiento
Por el abandono al que había dejado
Mi ánima
Por último, sentí el sabor
De la vida
Fresco, limpio
Como a los quince años
© MaRía