que se esconde
en la concavidad silenciosa
de una ostra imperturbable.
Soy lo que queda de un pétalo
deshojado;
una quimera perdida
de un ala quebrada.
Soy un alma errante
de una vida repudiada.
El río que baja
demasiado manso,
en un lecho infinito
sin retorno.
Soy la sombra que me persigue
en cada paso no dado
soy el ser demente
que de mi se apodera
peligrosamente.
Soy caminante insensata
por un incógnito abismo negro
repleto de noticias encontradas
en el valle de los secretos.
Acarreo conmigo pesadillas
inimaginables.
Esta que aquí veis
soy yo,
que camina penitente
hacia el fin del camino
y mi camino eres tú.
MaRía
y mi camino eres tú.
MaRía