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lunes, 6 de mayo de 2019

Embriagante espera



Resulta que la historia estaba escrita
cuando yo quise hacerla a mi manera.
Cuando yo no quería que volviera
resulta que la historia resucita.

Resulta que en el tiempo de la cita
tendrán que hacer un banco de madera.
Al corazón le viene bien la espera,
quién sabe si además la necesita.

Azafatas de vuelo alicortado
van del café a las piñas tropicales
por aires ciudadanos y ruidosos.

Arriba el tiempo nuevo ha presentado
sus fluorescentes luces credenciales
y enrolla pergaminos luminosos.


Manuel Alcántara ~Soneto para esperarte en una cafetería

viernes, 3 de mayo de 2019

Deseo




Deseo..
Sólo tu corazón caliente,
Y nada más.

Mi paraíso, un campo
Sin ruiseñor
Ni liras,
Con un río discreto
Y una fuentecilla.

Sin la espuela del viento
Sobre la fronda,
Ni la estrella que quiere
Ser hoja.

Una enorme luz
Que fuera
Luciérnaga
De otra,
En un campo de
Miradas rotas.

Un reposo claro
Y allí nuestros besos,
Lunares sonoros
Del eco,
Se abrirían muy lejos.

Y tu corazón caliente,
Nada más.

Federico García Lorca.

martes, 30 de abril de 2019

Gata




Tengo menos compasión que gato hambriento.
La visión y el contacto con las bestias
o con hombres que se comen entre ellos
 de un bocado es belleza de fuego.


El tocarlo todo
medirlo con vara del infierno,
desear las piernas ajenas
la boca del otro,
los muslos, el gemido,
el fondo oscuro de las cosas.


Y no hablo de calmar
 esas bestias;
lejos de mí,
tal vez,
 hable del silencio
 como un animal
 que persiste
en el centro de la casa,
brutal, casi ebrio.


 Yanina Magrini

martes, 23 de abril de 2019

Mar interior



No me siento perdida.
Es sólo que no sé dónde termina el mar que llevo dentro
y a veces me ahogo

Evira Sastre

Ahí estamos...





En el calor del trópico
En el silencio de la noche
En el murmullo del mar
En el rozar del viento
En el sol ardiente
En el canto del ave
En el rosado amanecer
En el apacible ocaso
En la turbulencia del huracán
En la brisa matinal
En la ausencia de nuestra voz
En el recuerdo de nuestro tiempo
En la monotonía de la lluvia
En la espera de la esquina
En el latir acelerado del corazón
En la carcajada limpia
En el trepidar del fuego
En la hierba salvaje
En la selva perdida
En el rugido del jaguar
En el silencio cuando nos miramos
En el tacto de nuestras manos
En el camino que lleva a casa… 
Ahí estamos...


Néstor Martínez.

viernes, 5 de abril de 2019

Loado sea


Maldije a la lluvia que
Azotando mi techo
No me dejaba dormir
Maldije al viento
Que me volaba las flores
De mis jardines
Pero tú llegaste
Y alabé a la lluvia
La alabé cuando
Te quitaste la túnica
Pero tú llegaste
Y alabé el viento
Lo alabé porque apagó
La lámpara


Huan Chien Chu

miércoles, 3 de abril de 2019

Ven


Ven que te coma el corazón,
manzana sin paraísos,
ven que te lleve dulcemente
a las entrañas de esta noche habitada.

Déjame que me sumerja
en los besos espinosos de tu boca
en esta hora húmeda en la que mi cuerpo
te reclama dios.

Hoy, si tú quieres,
voy a ser todas las cosas
que nunca nos prometimos,
que nunca nos negamos,
las que siempre supimos.

Pura Salceda

martes, 2 de abril de 2019

Alba de mi silencio


En ti me he silenciado... 
El corazón del mundo 
está en tus ojos, que se vuelan 
mirándome. 

No quiero levantarme de tu frente fecunda 
en donde acuesto el sueño de seguirme en tu alma. 

Casi me siento niña de amor que llega hasta los pájaros. 
Me voy muriendo en mis años de angustia 
para quedar en ti 
como corola recién en brote al sol... 

No hay una sola brisa que no sepa mi sombra 
ni camino que no alargue mi canción hasta el cielo. 

¡Canción silenciada de plenitud! 
En ti me he silenciado... 

La hora más sencilla para amarte es ésta 
en que voy por la vida dolida del alba.
Julia de Burgos

viernes, 29 de marzo de 2019

Y me encogí de hombros


Hoy a las dos y treinta de la tarde
el patio de atrás de mi jardín en ruinas
era el paraíso que menciona La Biblia.
No tuve duda dello
al sentir las caricias de la brisa y del sol
sobre mis brazos y espalda.
Los pájaros cantaban en lo alto de los árboles
y las flores lucían sus colores
pavoneándose.
Al acercármeles las lagartijas no huían.
Me miraban más bien estupefactas,
casi desafiantes.
No titubeé en probar la manzana madura
que el Diablo me ofrecía.
Lo vi llegar vestido de cantante de rap:
pantalones a la rodilla y tenis,
gorra con visera hacia atrás.
No tuve miedo.
Era tan dulce su sonrisa y era
tan simpática.
Otras veces lo he odiado.
Le he tirado piedras.
Lo he ensopado con la manguera
y lo he perseguido con la escoba.
Pero hoy un día jueves del mes de mayo
mi patio era un sueño que se imponía al mundo
y los copos de luz cubrían las hojas;
los muros derruídos
quedaban traspasados por sus rayos
infinitamente frágiles.


Miré al diablo y no quise
agredirlo de nuevo.
Acepté la manzana, que era roja
igual que nos la ilustran los pintores
del Renacimiento europeo.
La probé y era suave
y tuve pena
del Diablo y su destino.
Todo lo que él quería que yo hiciera
me parecía aburrido.
Nada podía comparárse a la luz y a la brisa
entretejidas sobre mi piel,
hoy a las dos y treinta de la tarde
en mi jardín cerrado entre muros antiguos.
Lo miré tristemente y me encogí de hombros
y él se fue maldiciendo calle abajo
con el rabo metido entre las patas.
Olga Nolla
Fotografía: Alex Krivtsov
                      -

domingo, 10 de febrero de 2019

Poema interminable a una boca ausente



Con mi mirada toco el borde de tu piel 

y con los ojos en la curva de tu boca pienso; 

y el pétalo de tu regazo mi mano atiende, 

ardiente y canso ahora el labio tembloroso, 
palmo a palmo el peso de mi cuerpo deteniendo.



Tú, miradora indecisa, tu mano sobre mis labios pones 

y con tus dedos mi boca espías, 

acercándose tu aliento y respirándonos, 
boca mágica ¡oh, Betsabé! sobre cálido sabor de boca.



Largo anhelo junto a tus labios siento 

en inmóvil Apocalipsis esparciéndose, 

cubiertos hasta ayer de viejas y febriles profecías, 
relicarios de plata son: un escondido parpadeo 
y una música profunda que de tu paladar emerge.



Los dedos, al refugio de tu pelo, acariciantes, 

boca entre tu piel mi aire respirando; 

guardada está mi mano en el hálito de tu suspiro 
y la lengua al borde de la risa enloqueciente 
que, amorosa, piérdese en el negro límite de la mirada.



Muerden lenguas dientes, y el aire haciéndose saliva perfumadora; 

y, en silencio, manos buscan piel, sembrando de amor los cuerpos, 

entre el alba sábana y la lágrima aterida.



De olores agridulces y de húmedos besos dolorosos, 

Eurídice, tu miel mi cuerpo aprende; 

y en pálpito violento se convierte el tibio aroma.



La tantas veces tu pupila por Cupido herida 

anega en mi garganta la palabra entrelazada 

que del fondo de tu entraña extrae la llama 
sumergiente en la sangre de paloma de tus labios; 
calmándose en el cáliz de tu boca de albahaca 
y en el contorno cálido de las cerezas de tu sonrisa.

Respiras boca sobre mi boca cuando la aurora 

muéstrame tu mejilla de jaramago y amatista, 

extasiada ante el sollozo dulce y tierno 
del arrullo dorado de tu cintura, 
cual ánfora ¿sabes? mil mañanas imaginada.

Tu boca de amaranto es leve huida de medianoche: 

alborada, niña, pasión, sendero, perennes iniciales 

abrazadas al labio desnudo que se inunda, 
desbordantes las frescas azucenas diluidas.

Respiro moridor y llanto nocturno tu boca callada es, 

marihuana y plenitud de mis quimeras; 

por tu ausente cuerpo viajan mil nostalgias, 
la tan tenue sombra del otoño rociando de misterio.

Y es tanto el dolor que cruje en mis estelas 

que solo el roce de tu carne transparente me sosiega.

Mientras, el viento preñado de tu respiración escucho 

y oigo tus sueños de esperanzas ciegos: 

son desvelos lastimeros de mi nostálgico deseo, el desvarío 
que, de sudores fugaces, tu boca va meciendo.



En la alfombra de tu lengua nazco cada día 

y mi oficio de amor acuna el sobresalto, 

cuando eterna, e inocente, mi alma en tu incienso quemo.



Tardía llama y lamento de perfume es tu dulzura, 

maravilla de coral y sinagoga de amor 

en mi boca; tu mano estrechadora 
como el agua por la espina de la rosa corre.



Humedad es en mi nuca el soplo de tu cuerpo 

y amante escalofrío es de dientes sobre mis suspiros; 

tímida tu voz flota sobre el contorno sudoroso, 
eclipsado una vez más el indeciso beso, 
un anárquico tragaluz la brisa de tus ojos siendo.



La atmósfera inmóvil en mi vientre recarga el beso largo 

de nuestra temporalidad: gélido engaño.



En tu desnudo cuerpo hoy desmaya mi alma toda.
Solo sabores de madreselva hay en mi boca.



Por mi mente una muerte dulce aprisionada va en tu boca.


Y aún me estremece tu olor: tu boca.

Poema interminable a una boca ausente


David Pérez ©®



viernes, 25 de enero de 2019

Tú Tenaz


Tú te marchas
Te vas, pero se quedan
Tus manos en mi ser,
Me reconocen
Como dulce extensión
De las caricias
Soy tuya,
Me poseen,
Me recorren,
Me saben parte de su piel,
Me besan
Yo me sumerjo en ellas
Y me siento hundida
En una carne transparente
Más densa que el mar
Más perdurable que la roca
Tenaz de las distancias.


Carmen González Huguet

domingo, 20 de enero de 2019

Via Crucis


Cuando entro
y estás poco iluminada
como una iglesia en penumbra
Me das un cirio para que lo encienda
en la nave central
Me pides limosna
Yo recuerdo las tareas de los santos
Te tiendo la mano
me mojo en la pila bautismal
tú me hablas de alegorías
del Vía Crucis
que he iniciado
-las piernas, primera estación-
me apenas con los brazos en cruz
al fin adentro
empieza la peregrinación
muy abajo estoy orando
nombro tus dolores
el dolor que tuviste al ser parida
el dolor de tus seis años
el dolor de tus diecisiete
el dolor de tu iniciación
muy por lo bajo te murmuro
entre las piernas
la más secreta de las oraciones
Tú me recompensas con una tibia lluvia de tus entrañas
y una vez que he terminado el rezo
cierras las piernas
bajas la cabeza

cuando entro en la iglesia
en el templo
en la custodia
y tú me bañas.


Cristina Peri Rossi.
Via crucis

Soneto para esperarte en una cafetería


Resulta que la historia estaba escrita
cuando yo quise hacerla a mi manera.
Cuando yo no quería que volviera
resulta que la historia resucita.

Resulta que en el tiempo de la cita
tendrán que hacer un banco de madera.
Al corazón le viene bien la espera,
quién sabe si además la necesita.

Azafatas de vuelo alicortado
van del café a las piñas tropicales
por aires ciudadanos y ruidosos.

Arriba el tiempo nuevo ha presentado
sus fluorescentes luces credenciales
y enrolla pergaminos luminosos.


Manuel Alcántara

Soneto para esperarte en una cafetería

Mar

¡Mar!
Tenías un nombre al que nadie temía:
eras un cuerpo esponjoso de labrar
o cualquier sugestión que apetecía…
¡Mar!
Tenías el lloro de quien sufre tanto
que no puede callarse, ni gritar,
-ni aumentar ni ahogar el llanto…
¡Mar!
¡Fuimos pues hacia ti llenos de amor!
¡Y el falso prado, sollozando,
ahogada juntos arado y labrador!
¡Mar!
¡Mentirosa sirena ronca y triste!
Fuiste tú el que nos vino a cortejar
y fuiste tú el que luego nos hundiste!
¡Mar!
¡Y cuándo tendrá fin el sufrimiento!
¡Y cuándo cesará la tentación
de tu encantamiento!

Miguel Torga

lunes, 11 de junio de 2018

Tarde furiosa




Si supieran


Sólo hubo un gesto

Una caricia
Que me hizo inmediatamente tuya,
En ese instante
Éramos uno
En una tarde furiosa
Que llovía




Susana Quiroga



No sé

Si fue
Un pájaro negro camuflado,
Una pluma,
Un hombre



Sé qué
Aplacó mis grietas
Corrió mis venas
Sintió conmigo
Incendió mi vida
tengo su rastro



Mabel Casas

jueves, 31 de mayo de 2018

Mis derechos



También esta noche
y todavia
 necesito salir a pasear para aclararme
sobre este poema
 sobre por qué no puedo salir
 sin cambiarme de ropa,de zapatos,
cambiar mi forma de moverme,
 mi identidad de género, mi edad
mi hecho de mujer sola al caer la noche,
sola en las calles ,
 'sola' no siendo la cuestión
la cuestión siendo
que no puedo hacer lo que quiero
hacer con mi propio cuerpo,
 porque soy del sexo erróneo
tengo la edad errónea
el color de piel erróneo
 y supongamos
que no fuera aquí en la ciudad,
 sino en la playa
o en la espesura de un bosque
y quisiera ir allí sola
para pensar en Dios
o pensar en las personas,
 o pensar en el mundo,
 todo ello apareciendo ante mí
 sostenido por las estrellas y el silencio:
no podría ir y no podría pensar
 y no podría
quedarme allí sola,
como necesito hacer,
sola porque no puedo hacer
 lo que quiero con mi propio cuerpo
y quién mierda montó esto así
y en Francia dicen que si el tipo penetra
pero no eyacula entonces no me violó
y si después de clavarle un cuchillo
 si después de gritar y gritar
 si después de suplicarle a mi torturador
 si incluso después de darle fuerte
con un martillo en la cabeza
si incluso después de eso si él
y sus colegas me follan después de todo eso
es que yo lo permití
y no hubo violación
 porque finalmente lo comprendes
resulta que me follaron brutalmente
 porque yo era el error erróneo
de nuevo ser yo, siendo yo donde estaba
erróneo ser quien soy
lo que es exactamente como Sudáfrica
penetrando Namibia
 penetrando Angola
y significa eso quiero decir
 cómo sabes si Pretoria eyacula
 cómo se reconocen las pruebas
 la prueba de la secreción.
de la bota militar,
 del monstruo en Tierranegra
y si después de Namibia
 y si después de Angola
y si después de Zimbawe
y si después de todas mi hermanas y hermanos
resistiendo incluso la autoinmolación
 en los poblados
 y si después de eso
igual perdemos qué dirán los hombrecitos,
alegarán que consentí.
Comprendes lo que estoy diciendo:
Somos el pueblo erróneo
de piel errónea,
 del continente erróneo,
 y qué mierda es eso tan razonable
que está aceptando todo el mundo
y según el Times esta semana
hacia 1966 la CIA decidió que tenía un problema
y el problema era un hombre llamado Nkrumah
así que lo mataron
y antes de aquello fue Patrice Lumumba
y antes de aquello fue mi padre
en el campus de mi prestigiosa universidad
y mi padre con miedo
de entrar en la cafetería
 porque dijo que él era un error,
 allí con la edad errónea,
 la piel errónea,
la identidad de género errónea
 y estaba pagando mis estudios
y antes de aquello,
fue mi padre diciendo
que yo era un error diciendo
 que debería haber sido niño,
 porque él quería uno,
 un hijo
y que debería haber tenido la piel más clara
y que debería haber tenido el pelo más liso,
 y queno debería estar tan loca por los chicos
 sino que más bien debería haber sido
 uno de ellos,
un chico
 y antes de aquello,
fue mi madre empeñada
 en cirugía plástica para mi nariz
 y un aparato para mis dientes
 diciéndome
que soltara los libros
que los abandonara
en otras  palabras.
Conozco bien los problemas de la CIA
y los problemas de Sudáfrica
 y los problemas de la multinacional Exxon
 y los problemas blancos
de la América blanca,
 de Estados Unidos en general
y los problemas del profesorado
y de los predicadores
y del FBI y los problemas sociales
los problemas de las personas en Trabajo Social
y de mi Madre y de mi Padre en particular  conozco bien
los problemas porque los problemas
resultan ser
mi persona
yo soy la historia de la violación
yo soy la historia
del rechazo a quien soy
yo soy la historia del terror
 de la encarcelación de mí misma
yo soy la historia de los malos tratos,
 la agresión 'sexual'
y los innumerables ejércitos
 en contra de lo que yo quiera hacer
 con mi mente humana
y con mi cuerpo
 y mi alma
y sin importar,
 si es salir a pasear de noche
o amar a quien amo
o la virtud de mi vagina
 o la sacralidad de mis fronteras nacionales
o la intocabilidad de mis líderes
o el derecho a serde todos
 y cada uno de los deseos
que yo conozco
porque nacen de mi personal e idiosincrático
e indiscutiblemente único
 y extraordinario corazón
yo he sido violada
por esto,
porque soy un error,
 soy del sexo erróneo,
 tengo la edad errónea
la piel errónea,
mi nariz  es un error
y mi pelo
 mis necesidades erróneas,
 mis sueños
mi geografía errónea
mi aspecto completo un error
yo he sido el propio significado de la violación
he sido el problema que todos pretenden
eliminar por la fuerza de la penetración
con o sin las pruebas de la polución
 y ...
pero dejemos esto muy claro
este poema
no es consentimiento
yo no consiento,
 no doy mi consentimiento
ni a mi madre,
 ni a mi padre,
 ni a mis profesores ,
ni al FBI
ni a Sudáfrica
 ni a mi barrio de Brooklyn
ni a Park Avenue
 ni a American Airlines
 ni a los salidos exhibicionistas
 que esperan en las esquinas
 ni a los retorcidos viciosos
 que se esconden en los coches
Yo no soy un error:
 Error no es un nombre para mí
Mi nombre es el mío propio, mío , propio
yo no sé quién ha montado esto así
pero sí sé que de ahora
 en adelante mi resistencia
mi sola y diurna y nocturna
determinación a ser yo
podría sin duda
alguna costarte la vida
© June Jordan

viernes, 11 de agosto de 2017

BocaS




Boca que arrastra mi boca:
boca que me has arrastrado:
boca que vienes de lejos
a iluminarme de rayos.

Alba que das a mis noches
un resplandor rojo y blanco.
Boca poblada de bocas:
pájaro lleno de pájaros.
Canción que vuelve las alas
hacia arriba y hacia abajo.
Muerte reducida a besos,
a sed de morir despacio,
das a la grama sangrante
dos fúlgidos aletazos.
El labio de arriba el cielo
y la tierra el otro labio.

Beso que rueda en la sombra:
beso que viene rodando
desde el primer cementerio
hasta los últimos astros.
Astro que tiene tu boca
enmudecido y cerrado
hasta que un roce celeste
hace que vibren sus párpados.

Beso que va a un porvenir
de muchachas y muchachos,
que no dejarán desiertos
ni las calles ni los campos.

¡Cuánta boca enterrada,
sin boca, desenterramos!

Beso en tu boca por ellos,
brindo en tu boca por tantos
que cayeron sobre el vino
de los amorosos vasos.
Hoy son recuerdos, recuerdos,
besos distantes y amargos.

Hundo en tu boca mi vida,
oigo rumores de espacios,
y el infinito parece
que sobre mí se ha volcado.

He de volverte a besar,
he de volver, hundo, caigo,
mientras descienden los siglos
hacia los hondos barrancos
como una febril nevada
de besos y enamorados.

Boca que desenterraste
el amanecer más claro
con tu lengua. Tres palabras,
tres fuegos has heredado:
vida, muerte, amor. Ahí quedan
escritos sobre tus labios.

La Boca (Miguel Hernández)



Fotografía - Hidiro
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