La mirada apagada,
La melena un nido de tristezas
Se miró al espejo, como cada mañana.
Una ducha rápida
El secador a todo gas
Un poco de rímel
El toque justo de carmín
Unas medias sugerentes
Unos tacones imposibles
Corset para las penas
Gafas para las ojeras
Perfume de jazmín
Melena alborotada
Le dio al click de su corazón
Y comenzó a sonar:
Nah, neh, nah
Nah, neh, nah
Vaya usted con Dios
María ©
María ©