Desnudo el alma del sueño que un día la cubrió
me sumerjo en la danza de la soledad
ataviada con mi vestido de lluvia salada
subo a la barca de los sentimientos
regreso de alma vacía,
corazón sin ritmo, cuerpo inerte,
me despido de esa tu alma que me acunó
sumergiéndome en la noche de los olvidos.
María