Si vas a nadar que sea en aguas profundas
no golpear en la vana superficie
sí flotar de cara al mundo
saber exactamente en qué punto lanzarse a pique
aventurar el cuerpo en medio del espasmo
apartarse en la cresta de la ola
y disfrutar a pleno la marea
del acto y su contorno.
Es imprescindible fundirse al sol en la profunda
noche
y regresar de cualquier modo más tarde hasta
la playa.
Nadar, nadar... ¡qué plenitud!
nadar, nadar… ¡qué tristeza!
Si vas a nadar
que sea en aguas profundas
y hasta no poder más,
hasta tenderse
a la orilla del mundo y acabar
liquidado.
Cuadernos del agua
Norma Etcheverry