domingo, 8 de diciembre de 2019

Enamorados




Quiero amarte…
No ser una quimera,
morir en pleno vuelo.
Tocar la estrella boreal…

Adorar y mecer tu brisa,
zozobrar en plena marea
y de paso acicalarte
como la madrépora más fresca.

Enfrentarme a una
realidad esbozada,
algunas veces luctuosa
otras en cambio, muy íntegra.

Besarte y contemplar
esa luna flamante;
acariciarte al toque de arrebato
abrazándonos, besándonos... 
_enamorados_. 


Joaquín Lourido
Quino © 2019
Derechos Reservados.




*Gracias de nuevo Quino por este maravilloso poema que has dejado en mi vídeo

martes, 3 de diciembre de 2019

Canción de Amor



Yo tiritaba de frío
mojado por todas las lluvias
de todos los niños pobres,
de todos los mendigos.
Y tú, volcán de miel.

Yo que estaba solo al fin,
en medio de tanta gente,
buscándote, buscándote.
Y tú, como un bosque lleno de pájaros.

Llévame oculto en tu pelo,
llévame en tu cabello,
llévame junto a tus senos,
llévame.

Repósame en tus colinas amorosas,
llámame a tu fuente
donde el placer es húmedo
y corre, gacela blanca.

Tú que conoces mi cuerpo
por todos los caminos dulces
trazados con tus dedos
y con tu boca.

Lumbre de mis ojos,
cansados de luchar con la niebla,
heridos mis pies de tanto caer,
de tanto caer.
Comeré sonrisas de tu árbol.

Amancio Prada
Canción de amor nº 2




miércoles, 27 de noviembre de 2019

Bienbenito



Tu sonrisa se hizo el pan con dulce de mis mañanas

Todavía no sé nombrar este amor que me desarma
Cuando te veo así, panzón y filibustero
lo único que me importa, ahora sí, es llegar a viejo

Te trajimos a un lugar absurdo, difícil y hermoso
lleno de gente que salta a cabecear con los codos
"hay que andar con pie de plomo" dicen las bisabuelas
yo diría que vayas lento y parejo, pero que gastes tus suelas...


Yo daría un brazo por vos, pero a decir verdad,
papá sabe ser muy tonto, mejor...dale la mano a mamá
Vas a ver qué rico el mar, los besos, los amigos
Van a dolerte a veces las muelas, mujeres y olvidos

Mirá bien a los dos lados antes de cruzar la vida
y no te mastiques el viejo cuento de la otra mejilla

Yo que vos no me pierdo ni el fútbol, ni Beatles, ni el tango
De la gente con choferes, yo pasaría de largo...
Si vas a decir mentiras no pierdas la elegancia
Sé compañero en el vino y siempre caballero en las resacas


Daría un brazo por vos, pero a decir verdad,

papá sabe ser muy tonto, mejor... dale la mano a mamá
Y nunca le pongas a nadie la rodilla en la nuca

No te tomés en broma jamás a los hijos de puta
Vas a tener que hacer mucho con lo que haremos de vos
Bienvenido a este lío, hijo de mi alma,

enano de mi corazón...
Daría un brazo por vos, pero a decir verdad,
papá sabe ser muy tonto, mejor... dale la mano a mamá


Iván Noble ©







martes, 26 de noviembre de 2019

Los poetas





Los poetas somos locos,
pintores de palabras
en delantales de cordura.



Los poetas somos pocos,
cocinando con miradas
lo que dicte la ventura.



Los poetas somos niños,
que tropiezan con la vida
muy sensibles de rodillas.



Los poetas somos viejos,
escupiéndole al espejo
de una realidad finita.



Los poetas somos muertos,
que penando entre los vivos
asustamos con letritas.



Las ideas son palabras,
Y se quedan en tu alma
Si el poema es una herida.



Luis Roy ©



Fotografía :Mati Gelman



lunes, 25 de noviembre de 2019

La puerta violeta


[Stefan    Gesell]


Una niña triste en el espejo me mira prudente y no quiere hablar
Hay un monstruo gris en la cocina
Que lo rompe todo
Que no para de gritar
Tengo una mano en el cuello
Que con sutileza me impide respirar
Una venda me tapa los ojos
Puedo oler el miedo y se acerca
Tengo un nudo en las cuerdas que ensucia mi voz al cantar
Tengo una culpa que me aprieta
Se posa en mis hombros y me cuesta andar
Pero dibujé una puerta violeta en la pared
Y al entrar me liberé
Como se despliega la vela de un barco
Desperté en un prado verde muy lejos de aquí
Corrí, grité, reí
Sé lo que no quiero
Ahora estoy a salvo
Una flor que se marchita
Un árbol que no crece porque no es su lugar
Un castigo que se me impone
Un verso que me tacha y me anula
Tengo todo el cuerpo encadenado
Las manos agrietadas
Mil arrugas en la piel
Las fantasmas hablan en la nuca
Se reabre la herida y me sangra
Hay un jilguero en mi garganta que vuela con fuerza
Tengo la necesidad de girar la llave y no mirar atrás
Así que dibujé una puerta violeta en la pared
Y al entrar me liberé
Como se despliega la vela de un barco
Desperté en un prado verde muy lejos de aquí
Corrí, grité, reí
Sé lo que no quiero
Ahora estoy a salvo
Así que dibujé una puerta violeta en la pared
Y al entrar me liberé
Como se despliega la vela de un barco
Amanecí en un prado verde muy lejos de aquí
Corrí, grité, reí
Sé lo que no quiero
Ahora estoy a salvo

Rozalén ©



sábado, 23 de noviembre de 2019

Lugar Común

[Laura Makabresku]


Si les dijeran
que todo aquello es amor,
lo negarían.

Viven un hechizo y no se dan cuenta.

Pero él se desespera si no la ve,
y ella acude en su busca
si no lo encuentra.

Sentados en el bar,
podrían pasar la vida entera.

Dos que no saben
que son uno,

y que para reunirlos
se movió de su sitio
el universo mismo.

Y hablan y hablan
(de todo y nada en apariencia),

sin saber
que es del amor que hablan.-



 Elkin Restrepo



Poeta, narrador y dibujante de Colombia, nacido en Medellín en 1942. En 1968 ganó el Premio Nacional de Poesía Vanguardia con su libro: "Bla, bla, bla". Ha publicado, entre otros,los poemarios: "La sombra de otros lugares" (1973), "Memorias del mundo" (1974), "Lugar de invocaciones" (1977), "La palabra sin reino" (1982), "Retratos de artistas" (1983), "Absorto escuchando el cercano canto de sirenas" (1985), "La Dádiva" (1991), etc. Es abogado de Antioquia y Profesor Titular de Literatura de la misma universidad. Actualmente es codirector de la revista "Poesía" y de "Revista Deshora". Poemas y textos suyos han sido traducidos al inglés, francés, ruso y hebreo.

jueves, 21 de noviembre de 2019

Aunque tú no lo sepas



Como la luz de un sueño,
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminando
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos...

Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.

También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.


Luis García Montero 





Aunque tu no lo sepas, me inventado tu nombre
me drogué con promesas, y he dormido en los coches
aunque tu no lo entiendas, nunca escribo el remito en un sobre
por no dejar mis huellas...
aunque tu no lo sepas, me he acostado a tu espalda
y mi cama se queja, fría cuando tu marchas
he blindado mi puerta y al llegar la mañana, no me di ni cuenta
de que ya nunca estabas...
aunque tu no lo sepas, nos decíamos tanto
con las manos tan llenas, cada día mas flacos
inventamos mareas, tripulábamos barcos
yo encendía con besos...
el mar de tus labios

viernes, 15 de noviembre de 2019

Pecados y Heridas



Mi pecado es terrible;
quise llenar de estrellas
el corazón del hombre.



 Marcos Ana
Fragmento de Autobiografía





Las heridas
nos hacen duros, pero compasivos


 Joan Margarit
Fragmento de Soneto en dos ciudades



miércoles, 13 de noviembre de 2019

El sexo del amor



Abre las piernas, amor mío.
Tu voz rozando mi cuello, mis pezones,
mi bajo vientre acongojado por el amor,
se cuela entre los pliegues de mi sexo,
húmedo y estremecido sexo del encuentro.
Abre las piernas, amor mío,
abre esas piernas, hembra mansa,
da un paso más, olvídate de ti.
El viento se detiene en el vértigo,
arranca mi piel en destellos de luz.
Cuando regreso, despeinada y maltrecha,
me sonríes desde la blancura de una página.
Abre las piernas, amor mío,
abre las piernas como para volar,
abre las piernas, amor mío,
demos un paso más…


Fragmento del  libro El sexo del amor
Miguel Oscar Menassa.

martes, 5 de noviembre de 2019

Amar [demasiado]




Cuando estar enamorada significa sufrir, 
estamos amando demasiado. 

Cuando la mayoría de nuestras conversaciones con amigas 
íntimas son acerca de él, de sus problemas, sus ideas, sus sentimientos, y 
cuando casi todas nuestras frases comienzan con “él”...
estamos amando demasiado. 

Cuando disculpamos su mal humor, su mal carácter, su 
indiferencia o sus desaires como problemas debidos a una niñez infeliz y 
tratamos de convertirnos en su psicoterapeuta, 
estamos amando demasiado. 

Cuando leemos un libro de autoayuda y subrayamos todos los 
pasajes que lo ayudaran a él, 
estamos amando demasiado. 

Cuando no nos gustan muchas de sus conductas, valores y 
características básicas, pero las soportamos en la idea de que, si tan 
solo fuéramos lo suficientemente atractivas y cariñosas, el querría 
cambiar por nosotras, 
estamos amando demasiado. 

Cuando nuestra relación perjudica nuestro bienestar emocional, e 
incluso, quizá, nuestra salud e integridad física, sin duda 
estamos amando demasiado. 

A pesar de todo el dolor y la insatisfacción que acarrea, amar 
demasiado es una experiencia tan común para muchas mujeres que 
casi creemos que así deben ser las relaciones de pareja. La mayoría de 
nosotras hemos amado demasiado aunque sea una vez, y para muchas 
de nosotras ha sido un tema recurrente en nuestra vida. Algunas nos 
hemos obsesionado tanto con nuestra pareja y nuestra relación que 
apenas podemos funcionar como personas.




Norvin Norwood©

Las mujeres que aman demasiado©
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